Esquema de contenidos
Introducción
A menudo cuando un paciente acude por primera vez a vernos y nos expone cuál es su motivo de consulta, nos menciona la retracción de las encías. Este tipo de patología resulta muy común y puede generar disconfort al/la paciente a nivel estético y funcional.
Este tipo de patología debe ser tratada adecuada y cuidadosamente no solo por motivos estéticos, sino por las consecuencias derivadas de no tratarla. Existen diferentes causas que generan recesión gingival, entre ellas las más comunes son la enfermedad periodontal y tener una mala técnica de cepillado, existen más factores de los que hablaremos más adelante.
¿Qué son las encías retraídas?
Las encías retraídas son la pérdida del tejido que rodea al diente. Es decir, los tejidos de sostén que envuelven el diente, migran dejando visible parte de la raíz del diente.
En este caso creo que es ideal hacer una breve exposición de lo que envuelve las piezas dentales.
Los dientes, están sujetos en nuestra boca mediante el hueso del maxilar y la mandíbula y envueltos por ligamento periodontal. El ligamento periodontal es un tejido blando formado por colágeno que hace de unión entre el hueso y la raíz del diente.
Todo este complejo se envuelve por la encía que recubre todo el proceso alveolar (el hueso que rodea a los dientes) donde los dientes están insertados.
¿Qué las provoca? Síntomas y complicaciones más frecuentes
Como comentaba anteriormente, existen diferentes patologías que causan retracción de las encías, las más comunes son la enfermedad periodontal y tener una mala técnica de cepillado pero a continuación te voy a explicar todas ellas.
Enfermedad periodontal:
Es la principal causa de retracción de las encías y se puede dividir en dos, dependiendo de la afectación de dicha enfermedad:
La gingivitis es una de las enfermedades más endémicas que presenta la población ya que el 91% de adultos la presenta, el principal síntoma es el sangrado de las encías durante el cepillado aunque también en estadios más avanzados se genera un sangrado espontáneo al contacto.
Me parece muy importante recordar que una encía sana no debe sangrar nunca durante el cepillado, si existe sangrado espontáneo o al cepillado o la masticación será importante que te pongas en contacto con tu dentista de confianza para que te pueda dar la solución que mejor se ajuste a tus necesidades.
La gingivitis consiste en la inflamación del tejido blando que rodea a los dientes, principalmente esta inflamación se genera por un acúmulo de placa bacteriana en la superficie de los dientes que hace que el tejido blando se inflame.
Debido a un mal hábito de higiene bucal, esta placa bacteriana, que son bacterias agrupadas en “colonias”, se acumulan en nuestra boca, sobretodo justo en la unión entre la encía y el diente. Estas bacterias, gracias a la acumulación de la placa bacteriana, se calcifican formando lo que se conoce como sarro.
Cuando tenemos presente el cálculo dental, es decir, el sarro, el único modo de poder eliminarlo es mediante una higiene dental profesional.
Si no eliminamos el cálculo adherido a la superficie de nuestros dientes, la encía se inflamará y no solo estará afectada la encía sino que empezará a afectarse el hueso de sostén del diente, lo que se conoce como periodontitis.
Cabe destacar que, en pacientes fumadores el signo distintivo de la gingivitis que es el sangrado de las encías se enmascara debido a los componentes del tabaco y es muy poco probable que sus encías sangren, por eso la recomendación es que acudan regularmente a las revisiones pautadas por su especialista.
La periodontitis, también conocida como piorrea, es la consecuencia de una gingivitis no tratada, es decir, el mecanismo mediante el cual las bacterias se van a empezar a acumular alrededor de los dientes ocurrirá del mismo modo que en la gingivitis.
Estas bacterias se introducirán entre la encía y el diente formando lo que en odontología denominamos bolsa periodontal y generando una pérdida del hueso que hace que el diente esté sujeto en nuestra boca.
Cuando esto sucede, esta pérdida de hueso se acompaña de pérdida del tejido blando, es decir de la encía y si no se trata, esta destrucción del hueso que rodea el diente y la destrucción de la encía, generarán sensación de dientes largos, movilidad en las piezas dentales y finalmente la pérdida de los dientes.
Cepillarse los dientes con una mala técnica, es decir, realizar el cepillado de forma agresiva y con cepillos muy duros puede provocar la destrucción del tejido que forma la encía y generar una recesión gingival.
Es muy común ver en pacientes que no presentan una buena técnica de cepillado como las encías retraídas no se generan en todos los dientes sino que estará muy localizado, suele verse en los caninos con más asiduidad aunque también aparece en centrales y laterales y suele ser siempre del lado por donde el paciente empieza a cepillarse, porque se inicia con más fuerza. Si el paciente es diestro se verá en su parte izquierda y, si es zurdo, en sus dientes de la derecha.
Los movimientos dentales que se generan de la ortodoncia por si solos no producen retracción gingival.
A pesar de que los movimientos de ortodoncia cada vez son más medidos y exactos gracias a la ortodoncia invisible mediante alineadores transparentes, si se generan movimientos con exceso de fuerza o se sacan dientes de la tabla ósea podemos tener problemas de encías en el futuro.
Frenillos con inserción alta
Los frenillos labiales unen los labios con las encías. Contamos con dos y se presentan en el interior del labio superior (entre los dientes incisivos centrales superiores) y en el interior del labio inferior (entre los incisivos centrales inferiores). La finalidad de estos frenillos es sostener y dar estabilidad a los labios.
Es muy habitual ver como los frenillos labiales inferiores que presentan una inserción alta generan una recesión de las encías. Es decir, al ser más corto de lo que debería, cada movimiento realizado por el labio inferior hace que el frenillo vaya tirando de la encía hacia abajo, produciendo una retracción.
Tabaquismo
El tabaco como bien sabemos no solo es perjudicial para problemas de salud general sino que tiene un efecto muy severo en la pérdida de encía ya que derivado de su efecto vasoconstrictor bloquea la llegada de sangre a las encías y esto genera la pérdida de estas.
Como consecuencia directa, la acción de las bacterias y el avance de la enfermedad periodontal se da con mayor facilidad generando un empeoramiento de esta.
Apretar los dientes de forma inconsciente generando una parafunción, hace que nuestras encías se vean debilitadas y como consecuencia la raíz del diente se descubre y da la sensación de tener el diente más largo.
Suele verse de manera habitual en premolares y molares aunque hay casos severos en los que todos los dientes de la arcada se ven afectados por la recesión gingival.
¿Cómo prevenirlas?
La prevención en odontología es clave. Mantener unos buenos hábitos de cepillado, acudir a las revisiones trimestrales, semestrales o anuales planificadas por el o la especialista encargado/a de llevar tu caso será clave para mantener una buena salud de tus encías y así poder prevenir la recesión gingival.
Si realizamos terapias de prevención como la realización de higienes y revisiones anuales se evitan patologías como la gingivitis y la periodontitis. En las exploraciones miramos tejidos blandos y podemos detectar frenillos con inserción alta, una detección y tratamiento precoz evitará un desgaste abrupto de la encía.
Patologías como el bruxismo pueden ser tratadas mediante trabajo conjunto con fisioterapeutas y el uso de férulas de descarga para evitar la contracción muscular y así evitar dolores orofaciales.
Con el uso de sistemas de ortodoncia invisible mediante férulas transparentes evitamos la realización de fuerzas excesivas porque resultan movimientos totalmente controlados y medidos así como planificados desde el momento primero de la realización del tratamiento, con lo que reducimos al mínimo las complicaciones derivadas de la ortodoncia.
Tratamientos profesionales
Lo cierto es que el tejido de las encías, una vez se pierde no se regenera por sí solo, por lo que para que vuelvan a tener el aspecto que tenían deberemos realizar tratamientos de regeneración de encías.
Los tratamientos profesionales indicados para la regeneración de las encías se engloban dentro de la odontología cosmética ya que se realizan mediante técnicas en las que se trabaja con el tejido gingival para devolver su estética y funcionalidad.
Los tratamientos más indicados para la recuperación de la encía perdida son los injertos de tejido conectivo, injertos gingivales libres y frenectomías en el caso de que la recesión esté generada por la inserción alta del frenillo.
Conclusiones
No hay que olvidar que unos buenos hábitos de cepillado en tu día a día tendrán unas consecuencias positivas en tu salud oral y ayudarán a prevenir todo tipo de patologías dentales.