La gingivitis es una patología que puede variar de leve o moderada a grave y que cursa con una inflamación, enrojecimiento y sangrado, incluso en ocasiones espontáneo de los tejidos blandos que rodean el diente, es decir de la encía que rodea todos nuestros dientes.
Es una enfermedad periodontal causada por la retención de placa bacteriana en la superficie de nuestros dientes y que no se elimina después de cada ingesta con el cepillado. Este acúmulo de placa bacteriana en la superficie de nuestros dientes genera una destrucción de los tejidos blandos, es decir, del tejido gingival y en última instancia derivará en una periodontitis con la consecuente pérdida del o los dientes.

Es muy importante prestarle la suficiente atención pues, en una boca sana, con una buena técnica de cepillado después de cada comida, la utilización del hilo dental y las visitas periódicas con el/la higienista, las encías no sangran, si existe un sangrado es que o bien no estamos realizando correctamente la higiene oral diaria o hay condiciones sistémicas que nos alertan de que algo no va bien y deberemos de considerarlo, pues es la única forma de enfermedad periodontal que podemos revertir por completo llegando a un estado de salud óptimo de nuevo.

¿Qué síntomas presenta?

Una encía sana presenta un color rosa coral, está ligeramente punteada como en piel de naranja, está firmemente sujeta alrededor de los dientes y no presenta sangrado.

Como decía anteriormente, unas encías sanas no deben sangrar. La gingivitis, es una fase temprana y leve de la enfermedad periodontal o periodontitis. Detectar estos signos y síntomas de la gingivitis desde casa realizando los cuidados diarios será muy importante, ya que te permitirá actuar de manera rápida y detener el transcurso de la enfermedad de las encías antes de que la situación se vuelva más grave. 

Si no tratamos la inflamación y sangrado de las encías, la gingivitis puede evolucionar en periodontitis que es la forma de enfermedad periodontal grave e irreversible y la causa más frecuente de pérdida de piezas dentales en adultos. 

Características de la Gingivitis

  • SANGRADO DE ENCÍAS → Uno de los síntomas que puedes observar si padeces este tipo de patología es el sangrado de la encía. Como ya comentaba en párrafos anteriores, las encías no deben sangrar, así pues, si observas que al cepillarte los dientes hay sangrado o que al pasar el hilo dental también existe sangrado de las encías, podría ser que nos encontrásemos ante síntomas de gingivitis.
    Aunque solo sea de vez en cuando, no lo ignores pues podría ser un indicativo de estar desarrollando gingivitis.
  • ENCÍAS INFLAMADAS → Igual que decíamos en el apartado anterior, las encías sanas, presentan un color rosa coral, con punteado que le dota de firmeza. Cuando nuestras encías se encuentran de un color rojo oscuro e incluso violáceo, nos están indicando que hay un problema, una compresión que seguramente esté causada por la retención de placa o sarro y que necesita ser eliminado para volver a su estado de salud.
  • MAL ALIENTO → El mal aliento o la halitosis como se llama científicamente, puede estar causada por diferentes motivos; uno de ellos puede ser por algún alimento que hayas ingerido como por ejemplo cebolla, ajo o alimentos muy condimentados o por que estás descuidando tu higiene bucal diaria y las bacterias que se encargan de descomponer los alimentos que se han quedado retenidos entre tus dientes y tu encía generan mal olor al descomponerlos.
    El mal aliento o halitosis es embarazoso y desagradable así que si lo presentas puede ser que te esté avisando de que estás desarrollando una enfermedad de las encías.
  • ENCÍAS RETRAÍDAS → Que veas la línea de las encías más elevada (si hablamos de los dientes del maxilar) o más baja (si hablamos de los dientes de la mandíbula) se debe a que ha habido una inflamación y una desinflamación de esa encía y lamentablemente, la encía no vuelve a crecer para llegar al estado en el que estaba. Esto nos está dejando al descubierto parte de la raíz de los dientes y da la sensación de tener los dientes más largos, no te preocupes pues este tipo de patología tiene solución. Una consecuencia de la retracción de las encías sería la sensibilidad dental, de la que hemos hablado en otras entradas al blog, al quedar expuesta parte de la raíz del diente, esta es en su superficie más porosa que el esmalte y genera un estímulo más directo al nervio dental. Así que si has observado que tus encías están retraídas, que no presentan un festoneado simétrico o sientes sensibilidad dental, es el momento de averiguar la causa y ver qué puedes hacer para mejorar o solucionar tu problema.

Causas de la gingivitis

La causa más común de la gingivitis, es una higiene bucal deficiente lo que genera inflamación de los tejidos que rodean al diente y se presentan consecuencias como las anteriormente citadas. Para poder explicarme mejor voy a describir por fases cómo la placa bacteriana genera la gingivitis.

  1. La placa bacteriana se adhiere a los dientes → Encima de nuestros dientes existe una red invisible llamada película adquirida formada por la saliva y otros componentes existentes en nuestra boca como proteínas y glicoproteínas. Cuando comemos, encima de esta red, se depositan los restos de alimentos que durante la masticación se han quedado pegados a la superficie de los dientes, en este punto, los restos de alimentos, llamados “materia alba” son restos blandos que se pueden eliminar fácilmente con el cepillado
  2. La placa bacteriana se convierte en sarro → Si no eliminamos los restos de alimentos después de cada comida, estos se van depositando entre los espacios anatómicos de nuestros dientes y encías y se calcifican, convirtiéndose así en sarro el cual acumula bacterias.
    Este sarro hará muy difícil la eliminación de la placa, se depositará entre tu encía y tu diente y hará que la línea de la encía esté irritada y con bacterias, generando una falsa protección para tus dientes y encías.
  3. Inflamación de las encías → GINGIVITIS → La relación es directa y es que, cuanto más tiempo estén en boca el sarro y la placa bacteriana, mucho más irritadas, inflamadas y sangrantes estarán las encías que rodean a los dientes. Con el paso del tiempo, las encías se hinchan y sangran con mucha facilidad, incluso de manera espontánea.

Debemos de estar alerta de todos estos signos y síntomas, pues la gingivitis, si no la tratamos en clínica, puede afectar el hueso de sostén de los dientes, es decir se desarrolla periodontitis y con el tiempo, puede causar la pérdida de los dientes. 

Factores de riesgo

Es evidente que la gingivitis es una patología muy común y la puede desarrollar cualquier persona y a cualquier edad pero existen factores predisponentes que hacen más fácil padecer este tipo de patología, como por ejemplo:

  • Fumar o masticar tabaco
  • Presentar una edad avanzada; ya que nuestras glándulas salivales generan menos concentración de saliva y esto hace que nuestras encías estén menos protegidas de manera natural
  • Boca seca o como lo conocemos en términos médicos, xerostomía
  • Avitaminosis de vitamina C.  Cuando se presenta una carencia de vitamina C se puede desarrollar una patología conocida como Escorbuto, y entre otras manifestaciones genera gingivitis. Por eso es muy importante mantener una dieta equilibrada.
  • Restauraciones dentales que no están bien ajustadas, es decir que están desbordadas y causan inflamación de las encías por retención de los alimentos.
  • Dientes torcidos o apiñados que son difíciles de limpiar.
  • Enfermedades que afectan al sistema inmune como la leucemia, el VIH/SIDA o los tratamientos oncológicos.
  • Determinados medicamentos, como la fenitoína (Dilantin, Phenytek) que son utilizados para tratar la epilepsia, y algunos betabloqueantes utilizados para la angina de pecho, la presión arterial alta y otras enfermedades.
  • Los cambios hormonales generados por el embarazo pueden generar gingivitis gestacional que debe ser tratada y monitorizada por el/la especialista.
  • También los cambios hormonales generados por el ciclo menstrual o los relacionados con la ingesta de píldoras anticonceptivas.
  • Enfermedades causadas por infecciones virales como el virus del herpes simple o gingivitis causada por hongos como la candidiasis oral.
  • Diabetes Mellitus. Tanto si es Tipo I o Tipo II la diabetes puede afectar a los tejidos que rodean al diente tanto encía como hueso por eso es muy importante mantener una actitud de prevención.

Cómo prevenir la gingivitis

Sabéis que la prevención es uno de los apartados de cualquier patología que afecta a la salud bucodental que más me gusta porque os da la capacidad de poder hacerlo en casa con los tres puntos básicos que os cuento siempre:

  1. Mantener una buena higiene bucal → Consistente en cepillarte los dientes después de cada comida durante aproximadamente 2 minutos, pensarás que es mucho tiempo pero cuando la higiene dental la realizas a conciencia puede que incluso se te haga poco tiempo, lo ideal es que la higiene la realices 3 veces al día pero si por tu ritmo de trabajo y social, el cepillado del medio día se te hace muy complicado, por la mañana y por la noche antes de acostarte no se te pueden escapar. La utilización del hilo dental, cepillos interproximales o el irrigador se harán indispensables para mantener unos dientes y encías sanos. 
  2. Venir a vernos para realizar los mantenimientos periódicos → Ya sea cada 3, 6 o 12 meses, cuando la/el higienista te lo recomiende, ven a vernos porque podremos adelantarnos a cualquier problema. En odontología como en la medicina general, la prevención es nuestro mejor aliado así que si en una de nuestras visitas de control, en las que realizamos fotos y radiografías intraorales, detectamos alguna anomalía podremos tomar las actuaciones necesarias para paliar los síntomas de cualquier enfermedad bucal. Si además tienes factores de riesgo que puedan aumentar tus posibilidades de contraer periodontitis, como boca seca, tabaquismo o el consumo de determinados medicamentos, es posible que necesites una higiene bucal con más frecuencia.
  3. Mantener conductas de salud higiénicas → Alimentación saludable, ingerir frutas y verduras y no consumir ultraprocesados son importantes para mantener una buena salud de tus encías.

Cómo tratar la gingivitis

El tratamiento para la gingivitis se va a basar principalmente en la realización de un diagnóstico que nos determine en qué situación se encuentra el o la paciente, posteriormente realizaremos una higiene dental profesional, llevada a cabo por parte de nuestras Técnicas especialistas en Higiene Bucodental y por último y no por ello menos importante, la enseñanza de nuevas técnicas de cepillado, las recomendaciones de qué productos van a poder utilizar para su patología concreta y el uso de coadyuvantes para evitar la acumulación de placa bacteriana en los espacios anatómicos de los dientes.

Conclusiones

Así pues como habéis podido leer, la gingivitis es una enfermedad bucodental 100% prevenible, siguiendo las recomendaciones del personal especialmente cualificado para ello y realizando tu higiene bucal diaria conseguirás mantener una salud óptima de tus dientes y encías.